El juez de paz de Formentera, Joan Yern, ha presentado su renuncia al cargo de juez de paz de la isla ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB), después de que fuera detenido la semana pasada por tener trabajando a empleados que debían estar aislados por el COVID-19.
El Juzgado de Paz así lo ha comunicado ya al Consell de Formentera, según informó la institución insular ayer en un comunicado.
Yern, propietario de El Pirata de ses Illetes en Formentera, fue acusado de un presunto delito de lesiones y de otro contra los derechos de los trabajadores.
A mediados de agosto, habían sido detectados dos casos positivos de COVID-19 entre el personal del establecimiento, por lo que se activó el aislamiento de los contactos estrechos. En concreto, cinco de estas personas tenían que permanecer en cuarentena a la espera de resultados, pero fueron identificadas mientras trabajaban en el restaurante.
El pasado día 17, la Dirección General de Salud Pública y Participación solicitó colaboración a las personas que, entre los días 10 y 14 de agosto, hubieran estado en el Kiosko Restaurante el Pirata (playa de Ses Illetes de Formentera) para que se hicieran una prueba PCR.
Desde el Govern recordaron que el régimen sancionador para los incumplimientos de las normas relativas a la COVID-19, en vigor desde el 10 de julio, puede incluir sanciones que pueden llegar a los 600.000 euros cuando se produzcan infracciones muy graves.