Este pasado lunes nos dejó Neta, la primera y, de momento, única perra policía de Formentera. La pastor alemán tenía 11 años y no pudo superar el cáncer que en los últimos meses había mermado su calidad de vida.
Neta llegó a la pitiusa sur procedente de Madrid, con tan solo tres meses, tal y como recuerda con cariño su cuidador, Andreu Torres, policía local jubilado. «Siendo un cachorro ya mostraba muchas habilidades que me hicieron pensar en la posibilidad de adiestrarla para nuestros trabajos policiales», destaca Torres.
Neta se hizo muy popular, especialmente entre los más pequeños que disfrutaban de sus exhibiciones en días especiales. Los que no le tenían tanto aprecio eran los traficantes de sustancias ilegales ya que ésta era la especialidad de Neta y, según cuenta Torres, «tenía una gran capacidad para localizar la droga; en cuanto detectaba la cocaína o el hachís me miraba esperando la orden y, cuando le daba la señal, marcaba con el morro el lugar en el que se escondía», explica.
Neta no solo operaba en Formentera ya que también participó en acciones en Sant Antoni o Sant Josep. Torres recuerda: «Una vez en Sant Antoni hicimos una limpieza espectacular. Neta localizó drogas en todas las jardineras de una zona. También en Sant Josep cada vez que actuábamos localizaba a sujetos que traficaban». Su incorporación al cuerpo de la Policía Local de Formentera fue fruto del trabajo de Andreu en su formación hasta que en una jornada de exhibición pública Neta dio muestras de sus capacidades. En ese momento, «el entonces presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, me dijo que pusiéramos en marcha la unidad canina, que Formentera no había tenido nunca. Y así lo hicimos», explica Torres. A lo largo de estos años, la labor de Neta se ha ido conociendo por parte de los residentes, a los que ésta encandilaba con su simpatía y, como dice Andreu Torres, «la echaremos todos mucho de menos».