El abogado alemán y propietario de la empresa Sunway SL, Leo Stöber, asegura que, en caso de que la sentencia del caso Punta Prima no le sea favorable, «recurriré, recurriré hasta el fin de mi vida porque lo que se me ha hecho es una trastada impresionante». En declaraciones a RadioIlla, Stöber ha reconocido estar «cansado» de tanto proceso judicial, pero no puede dejar de «seguir luchando» porque «no me han dejado ni una puerta medio abierta». «Si tienes dos sentencias del Supremo y una de la Audiencia favorables y desde hace 11 años el Consell hace todo lo posible para boicotearte, no tienes otra opción que luchar», aunque ha reconocido que «es frustrante luchar contra el poder político que siempre es más fuerte que tú porque, para empezar, los acusados no se gastan un céntimo de su bolsillo, esto lo paga el Consell, por lo que estás en desventaja». «Estoy agotado pero no puedo dejar de luchar», ha sentenciado el empresario alemán.
En cuanto a la sentencia del juicio, que podría llegar en las próximas semanas, Stöber ha manifestado su deseo de que «haga justicia», lo que para él sería que «se me han causado grandes perjuicios con premeditación y por motivos únicamente políticos, y no técnicos». Hay que recordar que el Plan Territorial de la isla, aprobado en 2010, impedía que ampliase las instalaciones de su complejo turístico, donde pretendía construir 40 viviendas y espacios para jardines. «Si tienes un terreno y unos apartamentos y los declaran públicos, es evidente el perjuicio», ha concretado. Por eso en este juicio acusaba al ex presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, y al actual conseller de Hacienda, Bartomeu Escandell, de los presuntos delitos de prevaricación y falsedad, entre otros.
Sobre el hecho de que sólo presentara cargos contra miembros de Gent per Formentera, Stöber ha señalado que «no se puede imputar alegremente a todo un gobierno», por lo que escogió a aquellas personas «que creo que eran directamente responsables de las decisiones que se tomaron en contra de nuestros justos y legítimos derechos». En este sentido, ha manifestado que los miembros del equipo de gobierno del PSOE le dijeron que si no votaban el PTI se disolvería la coalición y tendrían que salir del gobierno, «y yo les creí y les sigo creyendo, que votaron forzados para no romper la coalición».
Asimismo, ha reconocido que fue traicionado tanto por Jaume Ferrer como por Bartomeu Escandell ya que, en una de las reuniones que mantuvieron antes de la votación del PTI, le dijeron que si renunciaba a construir la mitad de sus pretensiones urbanísticas iniciales se le concedería la otra mitad, a lo que accedió. Pero en lugar de firmar nada, Ferrer «me dio su palabra de presidente del Consell». Cuando se consumó la traición y el PTI aprobado anulaba totalmente sus derechos de edificabilidad «me dijo que lo sentía, peri que políticamente no era factible».