El desmesurado incremento de la procesionaria en Formentera está provocando frustración y desesperación en la población local, que ha visto como una plaga que hace unos años se detectó en un punto muy concreto de la isla, como era el Cap de Barbaria, ha tenido una importante evolución en los últimos años y ahora está presente en toda la geografía insular, incluido el Parque Natural de ses Salines.
Una frustración que se ha multiplicado al conocer que, tras cinco años de realizar una fumigación aérea para acabar con esta plaga, las autoridades habían determinado que este año únicamente se iba a llevar a cabo fumigación terrestre. En este sentido, desde el Consell han recordado este jueves que Sanidad forestal es competencia del Govern balear, que es quien ha determinado el cambio de estrategia a la hora de fumigar, dado que se había detectado que en las copas de los pinos había una menor densidad de procesionaria, mientras que en las partes bajas se incrementaba. «El Consell ya pidió en el pleno de noviembre de 2021 por unanimidad que continuaran con ese tratamiento, pero en Medio Ambiente lo han descartado y ahora utilizan uno terrestre», afirmaron desde la institución insular.
«Hay más que nunca»
Un decisión ésta que ha criticado duramente el portavoz de Sa Unió, Lorenzo Córdoba, que siempre se había mostrado partidario de que no se parase ninguno de los tratamientos que se estaban utilizando, y que se incluyeran nuevos. «Si estás viendo que en la copa de los pinos hay una densidad más baja de procesionaria», afirmó, «eso significa que algo está funcionando, y lo más probable es que el año que viene volvamos a tener el problema en las copas porque se ha retirado la fumigación aérea».
«Estamos perdiendo oportunidades de controlar esta plaga», insistió, «porque hay más que nunca en la isla y distribuida por todas partes».
Córdoba recordó que en un principio «se plantearon diferentes estrategias, pero el Consell optó por la que no era la mejor, porque está claro que no ha funcionado ya que cada año hay más procesionaria y no se está controlando su evolución», con el peligro que conlleva ya no sólo para los árboles, sino también para los humanos y los animales. «Puede provocar urticarias», recalcó, «y en animales y niños pequeños puede provocar hasta la muerte».
Nuevos medios
Sa Unió ha optado durante toda la legislatura por medir la efectividad de los medios que se están utilizando para acabar con la procesionaria y añadir otros nuevos, sin sustituir los actuales.
El Consell, por su parte, recordó que colabora de manera terrestre en la erradicación de la procesionaria en las zonas públicas «y hace tratamiento manual con personal propio y también contrata jardineros de refuerzo». Asimismo, subrayaron que coordina con los cazadores de la isla varias salidas para eliminar las bolsas de procesionaria de los árboles, además de disponer de cinco tijeras telescópicas para cortar bolsas a una altura de cinco o seis metros, que son de préstamo gratuito para aquellas persones que quieran utilizarlas en sus propiedades. Los interesados en disponer de estas tijeras las pueden solicitar al área de medio ambiente.