Que Llorenç Córdoba no se plantea dimitir bajo ningún concepto es ahora mismo una obviedad. Ni las denuncias formuladas en su contra por sus excompañeros de coalición ni la expulsión de Sa Unió han sido suficientes como para que se plantee abandonar sus cargos en el Consell de Formentera y en el Parlament. Tanto es así que en estos momentos no cierra ni siquiera la puerta a que la legislatura se base en alcanzar acuerdos con los partidos de la oposición en la institución insular, PSOE y GxF, si esto le permite mantenerse en el poder. Así se desprende de sus declaraciones en una entrevista con TVE en la que, aunque ha señalado que no pactaría con la oposición, sí ha dejado la puerta abierta a esta posibilidad: «No me lo planteo de momento. Pero sería absurdo no decir que es una de las opciones que hay».
Córdoba ha explicado que, al ser expulsado de Sa Unió, se produce una «situación paradójica» pues, a pesar de la ruptura con los consellers que le eligieron, se mantiene como presidente del Consell y como responsable de las áreas de Sector Primario y Litoral. «Ahora», ha subrayado, «se abre el abanico de posibilidades que tiene un presidente que no está afiliado y que tiene a dos grupos con ocho consellers cada uno». De ahí que considere que si las propuestas que puedan presentar el PSOE o GxF «son buenas» para la isla o para el mismo Consell, él estará «obligado» a votar a favor de las mismas.
Córdoba, por otro lado, ha recriminado a Sa Unió no haberle hecho aún llegar propuestas concretas de gobierno sobre las que poder alcanzar acuerdos. En este sentido, ha explicado que él mismo le ha comunicado en un encuentro casual este lunes al portavoz de la coalición y conseller, Óscar Portas, que han de «hablar porque hay que seguir trabajando y ver qué significan estos nuevos acuerdos que ellos quieren hacer». «Es una situación que han provocado ello», ha añadido, «la expulsión ha sido su decisión y yo siempre he dicho que esto complicaría la forma de trabajar. Además, esto no es lo que escogió la gente cuando votó».
El presidente del Consell ha destacado en varias ocasiones a lo largo de la entrevista que ahora tiene «libertad de decisión» dado que ya no forma parte de Sa Unió. Y ha subrayado que su objetivo es «sacar adelante todo lo que piense que está bien hecho para Formentera». En otro momento de la entrevista, Llorenç Córdoba ha dejado claro que «cada uno debe asumir su responsabilidad y hacer su trabajo». Un trabajo que ha explicado que «no se está haciendo ahora» y que, en su opinión, debe verse «condicionado» por una crisis que debería tratarse como «un problema interno de Sa Unió y, específicamente, del PP de Formentera».
Llorenç Córdoba, además, ha acusado a Sa Unió de coaccionarle al afirmar que tiene pruebas de que sí pidió a Marga Prohens sobresueldos. En este sentido, ha explicado que la coalición le ha amenazado con sacar estas grabaciones públicamente con la única pretensión de forzar su dimisión: «Están coaccionando a un cargo público elegido democráticamente con unas pruebas que parece que son unas grabaciones hechas sin mi permiso». Y ha señalado que, si Sa Unió lleva estas grabaciones a la Fiscalía, le favorecerá más a él que a la coalición.
Como ya hiciera en un comunicado emitido el pasado domingo, Córdoba ha arremetido contra el presidente del PP formenterés y vicepresidente insular, José Alcaraz, al que ha acusado de estar detrás del «golpe de Estado» y de la «moción de censura por la puerta de atrás» de la que se se siente víctima. Sobre esta cuestión, Llorenç Córdoba ha asegurado que Alcaraz ha llegado al extremo del «sacar notas de prensa» en estos seis meses de gobierno, como «si fuera él el que gobernara». «Tengo la opinión de que quería más poder», ha añadido, «es portavoz del equipo de Gobierno y era portavoz de Sa Unió y, cuando comienza la crisis, nombra a otro portavoz (Óscar Portas). En política, ya se sabe que el que se postula para presidente, es el que menos habla».