Sílvia Tur, consellera de Formentera entre 2007 y 2015 y diputada por Formentera en el Parlament entre 2015 y 2021, ha remitido un escrito de opinión a Periódico de Ibiza y Formentera para afirmar que le resulta «imposible callar y guardar mis impresiones y sentimientos al respecto». Por su amplia trayectoria política, Tur considera que «tengo el deber de denunciar cómo es de grave la situación de desgobierno, desprestigio y humillación que el PP y Compromís han generado a partir de su errática y temeraria manera de gobernar», expresa Tur, quien califica de «serial de terror» el último capítulo de dimisiones y retención de actas por parte de los consellers de Sa Unió.
Tur afirma que, inicialmente, toda esta disputa parecía un «episodio de afrenta personal entre el presidente Córdoba y el vicepresidente José Manuel Alcaraz; muchos pensábamos que era una cuestión personal de ellos dos. Poco tiempo después, los consellers de Sa Unió se situaron al lado de Alcaraz y se sumaron a la cruzada de descrédito contra la figura del presidente haciendo acusaciones constantes sin pruebas, con la amenaza de emprender acciones que nunca se llegaron a materializar. Entendí entonces que el trasfondo de todo ello tenía más que ver con las expectativas frustradas por ocupar la presidencia del señor Alcaraz que con la falta de decoro del presidente Córdoba». Sílvia Tur señala en su misiva, además, que los formenterers «son espectadores y, al mismo tiempo, víctimas de una política nefasta que en menos de un año han tirado por tierra la buena reputación que el Consell de Formentera había conseguido dentro y fuera de la isla después de 16 años.
Ahora es una institución ‘apestada' y su credibilidad está en entredicho». Recuerda, además, que no se debería dar por hecho que el Consell es «una realidad irreversible», pues «la derecha más reaccionaria que preside el Parlament y guía las políticas del PP en nuestras islas cree con convicción plena que los consells son un ‘chiringuito' a extinguir y un gasto superfluo para los contribuyentes. Tampoco creen en el Estatut d'Autonomia ni en el amparo que éste nos proporciona a la hora de autogobernarnos».
Sobre la parálisis a la que está sometida Formentera por el desgobierno actual, destaca que esta situación de bloqueo «aboca a la pérdida de inversiones y financiación y enquista algunas problemáticas que hace tiempo que requieren respuesta y que Sa Unió se comprometió a resolver si llegaba al poder». Por todo ello, afirma que Córdoba y los consellers de Sa Unió están «jugando a la ruleta rusa, esperando el momento en el que consigan desbancarse los unos a los otros, como si el pueblo de Formentera se pudiera permitir asistir por más tiempo a este juego macabro». Concluye afirmando que la solución es ir a nuevas elecciones:»Sólo unas nuevas elecciones pueden poner punto y final a este drama. También lo sabe el PP balear, que en conversaciones privadas reconoce que la situación en Formentera no tiene remedio y que el líder insular de su partido es quien ha propiciado esta deriva».