El Consell de Formentera pide ayuda al Gobierno central y al Govern para poder hacer frente a la llegada de pateras y de inmigrantes a sus costas, pues es un goteo constante. En este sentido sólo cabe recordar que en los cuatro primeros días de agosto han llegado a la pitiusa sur 264 personas en al menos una docena de pateras. «La situación que estamos viviendo con la llegada de pateras es muy grave», reconocen desde el Consell de Formentera, sobre todo porque la situación en el resto de Islas no es mucho mejor ya que «hay una saturación en toda Baleares en los centros habilitados para recoger a los menores no acompañados».
Desde la máxima institución insular de la pitiusa sur asumen que en la isla no están preparados «para atender a toda la gente que está llegando». Recuerdan que la competencia en acogida de menores es del Consell de Formentera, pero asumen que no pueden prestar ayuda a todos los que llegan, razón por la cual contactarán con la Delegación del Gobierno central en Baleares y con el Govern «para que nos echen una mano».
«Es un drama que la gente se tenga que jugar la vida en el mar para tratar de buscar una vida mejor y mayor drama es si a estas personas, especialmente a los menores, no los podemos atender de la forma que deberían ser atendidos por no tener infraestructuras para ello. Tenemos que dar atención a estas personas que llegan pero no tenemos capacidad para ello», asumen desde el Consell de Formentera, desde donde consideran que los cálculos que hicieron para atender a estos menores «ya están más que rebasados puesto que la llegada de migrantes ha sido exponencial».
Cabe destacar que el Consell de Formentera cuenta este año con una partida de un millón de euros para el cuidado de menores tutelados por la institución.
El número de niños y adolescentes que han de ser tutelados por la institución insular ha ido en aumento en los últimos años debido, sobre todo, a la llegada de pateras a la isla. A principios de este año 2024 el Consell de Formentera tutelaba a un total de 23 menores de entre 15 y 17 años, de los que 11 son menores que llegaron a la isla a bordo de alguna patera. Indudablemente, esta cifra ha ido en aumento, razón por la cual los cálculos hechos por el Consell de Formentera inicialmente se han sobrepasado. Normalmente, estos menores son trasladados a pisos tutelados en los que convive un máximo de ocho chavales. Con ellos trabajan entre dos y tres educadores sociales. Así, el dinero que destina el Consell a este cuidado «es prácticamente para el alojamiento, los educadores sociales y las comidas». El Consell de Formentera, por otro lado, no otorga un trato diferenciado a los menores que proceden de fuera de la isla. «Son todos menores a los que hay que tutelar, vengan de donde vengan», según precisaron, «Formentera no se puede hacer cargo y les buscamos alojamiento primero dentro de Baleares y, si no hay, en la Península».
El Consell de Formentera es el segundo de Baleares (el primero ha sido el de Mallorca) que pide auxilio al Gobierno para poder atender a todas las personas que llegan en patera.