El conseller de turismo, Artal Mayans, junto con el director insular, Leonardo Metastasio, se han desplazado a Venecia para conocer de primera mano la regulación que se ha aplicado este verano con respecto a los excursionistas que no pernoctan en la ciudad italiana.
Según el conseller, la sensación ficticia de saturación que producen estos visitantes en la isla genera un impacto negativo entre turistas y residentes, que ven como playas y carreteras se llenan de gente que en muchas ocasiones llegan, dejan la basura y se marchan.
De este modo se pretende, en primer lugar, combatir estas externalidades negativas haciendo conscientes y participes a todos los que visitan la isla de su fragilidad y necesidad de cuidado. Mayans también señala que no es justo para el visitante que paga la ecotasa, más el precio de un alojamiento regulado, llegar a la playa después de desayunar en algún comercio local y encontrarla llena de gente que no ha tenido que contribuir de ninguna manera a los espacios naturales de nuestra isla.
"La intención inicial es tanto convertir a esos excursionistas en turistas que pernoctan como compensar el desgaste de recursos públicos y ambientales que estos generan. Recordemos que cada verano nos visitan 1,1 millones de personas, de las cuales 800 mil vuelven a Ibiza o a Dénia el mismo día que llegan».
Durante la visita, el homólogo del conseller, el asesor del turismo Simone Venturini, y su equipo mostraron a la delegación insular de Formentera gran parte del trabajo realizado, así como los problemas que enfrentaron para conseguir aplicar esta regulación en su ciudad.
Artal Mayans también destaca que debido a la particularidad de la isla pitiusa, la problemática a la que se enfrentan muchos destinos en este sentido es más sencilla ya que sólo existe una única puerta de entrada.
Por último, «nos alegra saber que la regulación ha producido un impacto positivo entre visitantes y residentes en la ciudad de Venecia, según nos contaron, ya que los visitantes entienden el importante valor patrimonial de la ciudad y con esta medida entienden que, de alguna manera, contribuyen a encontrar el destino más limpio y cuidado», concluye Mayans.