Un año después del desprendimiento que causó la muerte de una bebé de dos meses en la playa de es Copinar, en la zona de Migjorn, en Formentera, la familia de la bebé fallecida ha decidido interponer una denuncia por delitos de imprudencia grave con resultado de muerte y lesiones contra el Ayuntamiento de Formentera, Consell de Formentera, Govern balear y el Estado, según informan Diario de Mallorca y Diario de Ibiza.
El suceso, ocurrido el 18 de julio del año pasado, consternó a la sociedad balear y contó con el pésame de representantes políticos, como por ejemplo la presidenta del Govern balear, Marga Prohens.
Durante el accidente también resultó herido el padre de la bebé, que fue dado de alta ese mismo día.
La Policía Local de Formentera acordonó entonces la playa para evitar que más gente se colocara en la zona donde se produjo el desprendimiento de rocas.
Ahora, la familia busca responsabilidades al asumir que la muerte se podría haber evitado con la correcta señalización del peligro.
Alguien me explicó qué hace algún tiempo, que los libros de instrucciones de los microondas de EEUU advertían que no se podían utilizar para secar mascotas...