El pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó ayer por unanimidad modificar el Plan General de Ordenación Urbana (P.G.O.U.) de sa Punta des Molí para evitar que se pueda construir en la zona, que se convertirá en un espacio lúdico-cívico, formado por el molino, la casa y el futuro museo naval, todavía en proyecto. El alcalde, Antoni Marí Tur, explicó que recientemente un vecino extranjero ha regalado al Ayuntamiento un trull (molino de aceite antiguo) que también se instalará dentro del complejo de sa Punta des Molí.
Otro de los acuerdos tomados durante la sesión de ayer fue la compra de un terreno de 7.000 metros cuadrados en Sant Rafel. Este solar, que va desde el cementerio hasta la carretera, costará 10.900.000 pesetas y se utilizará para hacer aparcamientos.
La concejala de Urbanismo, Blanca Castiella, señaló que la adquisición de estos terrenos ha sido posible gracias a la venta de cuatro parcelas en Montecristo, que reportan al Ayuntamiento unos ingresos de 56 millones. Con este dinero Sant Antoni también tiene previsto arreglar el parque infantil de Sant Rafel, comprar papeleras y contenedores, invertir en la recuperación urbana de Santa Agnès y en las piscinas.