La torre de vigilancia de una de las playas más concurridas de Eivissa, la de ses Salines, se encuentra actualmente en un estado de total abandono. Los socorristas de la Cruz Roja que están vigilando esta playa todavía no han podido hacer uso de ella, ya que el Ayuntamiento de Sant Josep no la ha habilitado de cara a la temporada turística.
El presidente de la Cruz Roja en Eivissa, José Colomar, señaló ayer que ha recibido algunas quejas de los responsables del servicio de vigilancia de las playas. «No se puede enviar a una persona a una torre que no reuna las condiciones», afirmó Colomar, quien recalcó que «todas las torres son responsabilidad exclusiva de los ayuntamientos». El presidente de Cruz Roja ha instado a los consistorios a mantener en buen estado estas instalaciones de vigilancia, que se estrenaron el verano pasado, y a poner balizamiento en las playas para proteger a los bañistas.
Por otro lado, el máximo responsable de esta organización anunció ayer que el Ayuntamiento de Sant Josep ha pedido que se instale una caseta de socorrismo en esta playa. «Si todo va bien, será el primer lugar de la isla que contará con este servició», señaló.