El inicio de las obras del campo de golf de Cala d'Hort estaba más que anunciado. Calas del Mediterráneo ya no podía esperar para comenzar las obras: la fecha límite era el 15 de agosto. Los ecologistas lo sabían y llevaban varios días al pie del cañón. Ayer llegó el momento de actuar. En cuestión de horas se movilizó una veintena de personas, las suficientes para parar a las dos excavadoras.
Portando varias pancartas contra el proyecto, los ecologistas entraron en la zona y rodearon a las dos máquinas. Los operarios se lo tomaron con tranquilidad y evitaron enfrentamientos. Al poco rato se fueron, momento en que la portavoz de la Plataforma, Neus Prats, aprovechó para encadenarse a las excavadoras.
Bajo un sol de justicia algunos ya se preparaban para acampar durante días e impedir que se moviera un centímetro de tierra más. Los paraguas se convirtieron en improvisadas sombrillas, otros buscaban cobijo bajo alguna de las sabinas. El concejal del Pacte de Sant Josep, Pere Ribes, se ofreció para ir a por unos bocatas: la espera prometía ser larga.
Pero no hizo falta seguir montando guardia. Poco después de la una del mediodía, los operarios se llevaban las excavadoras. El comentario más generalizado fue que aquello se había convertido en un simple acto de «toma de posesión», con el que Calas del Mediterráneo ya puede justificar que ha empezado las obras.