FOTO: GERMÀN G. LAMA
El Ayuntamiento de Sant Antoni está bastante satisfecho por cómo ha
transcurrido en este municipio la temporada turística que ahora
finaliza. No sólo porque los índices de ocupación hotelera hayan
sido muy elevados, sino también porque las conversaciones que se
han estado manteniendo con el sector unos meses antes de la
temporada han permitido reconducir los desórdenes públicos que
tantas veces han puesto a Sant Antoni en el punto de mira. De
hecho, según el concejal de Gobernación de este Consistorio, José
Juan Ferrer, Blai, este año «se ha notado perfectamente la
colaboración, especialmente en la zona del West End», que era hasta
ahora la más problemática.
Blai afirma, incluso, que los turistas jóvenes que han visitado este verano Sant Antoni han demostrado una actitud diferente en comparación con otros años. «Al existir cierto control, se ha notado en el turista cierta relajación, ya no está tan exaltado como otros años», opina este edil.
Desde la concejalía de Gobernación, se apunta también que la Policía Local de Sant Antoni ha notado la mejoría. Aunque no han desaparecido las denuncias por ruidos o por otras incomodidades derivadas de la masiva afluencia turística, sí se ha rebajado el nivel de incidentes y de quejas. En cualquier caso, José Juan Ferrer quiere recordar que los problemas que sufre Sant Antoni nunca han sido de inseguridad ciudadana: «El problema de la seguridad en este municipio es mínimo», recalca el responsable de Gobernación.