La elección de un dique discontinuo como alternativa al propuesto por la Autoritat Portuària parece no haber convencido a los distintos sectores de la sociedad ibicenca, desde los vecinos a los empresarios. Así, el representante de los intereses de los comerciantes y residentes de la Marina, Joan Tur Ramis, considera «inaceptable» la decisión de los representantes del Consell y del Ayuntamiento de permitir que la Autoritat Portuària construya un dique separado de Botafoc, prescindiendo del muelle adosado y del vial de salida. «La opción elegida -matiza Tur Ramis- no favorece la recuperación de la zona de la Marina y sa Penya porque no evita que sigan teniendo en su interior una zona de servicios de un puerto comercial».
Otros dos sectores muy críticos ha sido el empresarial y la Mesa del Puerto, que consideran que el proyecto elegido no beneficia a ninguna de las partes porque es una medida «salomónica», que no resuelve los problemas de agitación de aguas «e incluso puede agravarlos». Además, creen que la ausencia de la carretera prevista inicialmente «dificultará las labores de descarga y aprovisionamiento de los barcos». El presidente de la CAEB , Enric Moreno, considera que la elección responde a un criterio electoralista, «con la que se intenta contentar a las partes, pero que no resuelve los problemas del puerto». La premura con la que se ha redactado el estudio del que ha salido la alternativa elegida tampoco ha gustado a Moreno, que la define como «chapucera».