El Govern de les Illes Balears ha pedido al Ministerio de Medio Ambiente que colabore en la financiación de la ampliación de la desaladora de Formentera, dado que según los cálculos del Ejecutivo autonómico implantar una tercera línea en esta instalación supondrá una inversión de 150 millones de pesetas. De momento, se desconoce cuándo podrían empezar las obras, ya que se está a la espera de la respuesta del Gobierno central.
El Gobierno autonómico presentó ayer una serie de medidas aprobada en consell de govern destinadas a paliar los efectos de la sequía y con las que se pretende garantizar el suministro de agua durante todo el verano y planificar los recursos para los próximos años. Aunque la isla que pasará más dificultades durante los meses de estío será Mallorca, los responsables del Ejecutivo autonómico recordaron ayer que Formentera ya sufrió recortes en el suministro durante el pasado verano, por lo que es necesario buscar soluciones para evitar que esta situación se repita.
Así, según explicó el director general de Recursos Hídrics del Govern, Antoni Rodríguez, de forma inmediata se habilitarán las instalaciones de la antigua desaladora de es Ca Marí para que pueda funcionar lo antes posible. Estas mejoras costarán cinco millones de pesetas.
Otro de los cambios anunciados ayer por el Govern es la reorganización de la administración hídrica, con la creación de las juntas insulares de agua (una por cada isla) y la participación en estos organismos de los consells insulars, los ayuntamientos, el sector turístico, los agricultores o los expertos en la materia.
El Ejecutivo, que pedirá a todas las instituciones municipales que colaboren con las medidas que se empezarán a poner en marcha de inmediato, quiere implantar medidas de ahorro y eficiencia en todos los edificios públicos y organizará campañas de concienciación pública, además de estudiar cómo reutilizar el agua depurada.