El Ayuntamiento de Eivissa cuenta de nuevo entre su patrimonio civil con el edificio que durante años la Administración central dedicó a Sanidad Exterior, es decir, a supervisar las mercancías que llegaban a la isla vía marítima. La institución municipal había cedido en 1909 este inmueble de tres plantas y 86 metros cuadrados edificados al Estado que, ayer, a través del director insular, Luis Carlos Fernández Tejerina, volvió a manos del Consistorio.
Fernández Tejerina consideró «razonable» atender a la petición que el Ayuntamiento ha reiterado desde 1994 porque, como señaló, los motivos por los que se cedió el edificio ya no existen. El control de Sanidad Exterior se hace actualmente en los puertos de la península o en Palma.
Por su parte, el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que firmó el acuerdo con el director insular y recibió en mano las llaves del inmueble, recordó que el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) contempla la ubicación en este lugar del Museo del Mar, aunque resaltó que su equipo todavía no ha decidido si ejecutar este proyecto o transformarlo en un aula del Mar. Lo que sí tiene decidido el alcalde es que la mejora más urgente es el traslado de los transformadores de Gesa que actualmente están ubicados en las casetas situadas al final del puerto de Eivissa, frente al muro. El Ayuntamiento quiere trasladarlas antes del verano para poder derruir esas polémicas construcciones.
Una vez comprobado el espacio que los transformadores de Gesa ocupan en el edificio de Sanidad Exterior el Consistorio se replanteará qué uso dar al edificio y redactará un proyecto en el que se contemplarán las reformas necesarias. «Por lo que sé no está muy mal», dijo Tarrés, que apuntó que no será necesario apuntalar el edificio ni realizar acciones urgentes para mantener la estructura.