La presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, acompañada de los miembros del equipo de gobierno, hizo ayer el balance oficial de su primer año al frente de la institución que, afirmó, ha servido para poner las «primeras piedras y los cimientos» de la política progresista y para empezar a cambiar desde una política de derechas a una política de izquierdas.
Costa resaltó el trabajo realizado en tres áreas: territorio, ámbito social y cultural y participación. En el primero de estos apartados hizo especial hincapié a la protección de Cala d'Hort, la moratoria de campos de golf o el trabajo para redactar y aprobar el Plan Territorial Insular y quiso dejar claro que todas las urbanizaciones que se denuncian públicamente como ilegales son consecuencia «de la política destructora y sin planificación» que llevaron a cabo sus predecesores.
También se refirió al diálogo que la institución ha mantenido con los diferentes colectivos sociales y culturales de las Pitiüses que ha hecho realidad proyectos como el Pacto por el Empleo, el Fons Pitiús de Cooperació o el inicio del Plan Sociosanitario. Finalmente, también quiso destacar la colaboración con Formentera, «se ha pasado de las palabras a los hechos», aseguró, y la inyección económica que se ha recibido del Govern para mejorar la financiación de competencias que ya estaban transferidas.