El Consell Insular d'Eivissa y Formentera dio ayer a conocer los detalles de la moratoria urbanística que pretenden aprobar en sesión plenaria el próximo viernes. La presidenta de la máxima institución política de las Pitiüses, Pilar Costa, advirtió de que el contenido de estas normas «es de carácter cautelar y su vigencia es de un máximo de tres años o hasta que se apruebe el Plan Territorial Parcial, si es que entra en vigor antes de este plazo».
Costa explicó que, en este texto, se diferencian tres clases de áreas. En primer lugar, por lo que respecta al suelo urbano, «no se suspende ninguna obra», sino que serán los ayuntamientos quienes asuman las competencias para otorgar nuevas licencias en las zonas protegidas por el POOT (Plan de Ordenación de la Oferta Turística). «Los consistorios tendrán en cuenta una serie de normas de calidad para autorizar nuevas construcciones», aclaró la presidenta. Asimismo, en las zonas de suelo urbanizable, además de suspender las licencias de las zonas POOT, se protegerá una franja costera de 500 metros. Según el conseller d'Ordenació del Territori, Josep Marí Ribas, Agustinet, «esta zona necesitaba de esta preservación porque es la que padece más presión urbanística».
Por último, en cuanto al suelo calificado como rústico, la moratoria aumenta la parcela mínima para construir en las Àreas Rurales de Interés Paisajístico (ARIP) de 10.000 a 30.000 metros. Además, en este tipo de terreno se suspenderán las declaraciones de interés públicos para nuevas canteras o tendidos telefónicos y eléctricos aéreos, exceptuando los soterrados. Pilar Costa subrayó que este texto legal no se aplicará a «cualquier obra o promoción pública de viviendas promovida por el Gobierno central, Govern, Consell o ayuntamientos».