El Consell Insular aprobó ayer, con los votos del equipo de gobierno y del grupo Mixto, las normas cautelares de ordenación urbanística en las Pitiüses. El conseller d'Ordenació del Territori, Josep Marí Ribas, defendió la puesta en marcha la moratoria al entender que se trata del «factor esencial» para garantizar el futuro sostenible de las islas.
Marí Ribas recordó que la norma cautelar impulsada por el equipo de gobierno prevé limitar el crecimiento urbanístico en aquellas zonas donde la presión constructora es mayor, es decir, en el litoral de la isla. Ante los gritos de oposición de los asistentes al pleno, Marí Ribas insistió en que la moratoria «es moderada y se adapta de forma objetiva a la realidad de las Pitiüses». El Pacte rechazó las enmiendas presentadas por Els Verds con la intención de ampliar los supuestos en los que se aplicará una suspensión de licencias al entender que impedir la construcción en suelo urbano, «es demasiado restrictivo». Tras destacar que la norma supondrá «beneficios para la mayoría», el Pacte resaltó que la finalidad será «evitar situaciones irreversibles que pongan en peligro la redacción y la futura aplicación del Plan Territorial Parcial de las Pitiüses».
El portavoz del grupo Mixto, Joan Buades, votó a favor de la propuesta presentada por el equipo de gobierno aunque la calificó de «poco restrictiva». Joan Buades, que vio su intervención interrumpida en varias ocasiones, se mostró partidario de ampliar la suspensión de licencias de construcción para evitar, según señaló, «la sobreexplotación de los recursos e infraestructuras de las Pitiüses». Joan Buades lamentó la actitud de los constructores de las Pitiüses a los que acusó de «exprimir Eivissa como si fuese una mina». Joan Buades había solicitado, entre sus propuestas, que la isla de Formentera también se viera regulada por las normas cautelares.