«Cada día hay miles de personas, miles de motoristas, vehículos de todo tipo y centenares de barcos fondeados en la Reserva Natural, campando todos a sus anchas sin que exista la menor regulación al respecto», denuncia el presidente del GOB de Formentera, Xavier Àlvarez de Lara, para definir el actual estado de Ses Salines de d'Eivissa i Formentera. Àlvarez de Lara se refirió en especial a la zona comprendida entre s'Espalmador y el puerto de la Savina que es la que sufre mayor presión turística en estas fechas, y fue tajante al afirmar que «la reserva está desbordada, sobreocupada y destrozada».
Para Àlvarez esta situación sólo es comprensible debido a que «la Reserva Natural se encuentra en estado de bloqueo porque hay una ley de ámbito estatal que se aprobó en el año 1995, que no se ha podido desarrollar porque al aprobarse, automáticamente se creó un conflicto de competencias». En este sentido, el presidente del GOB recuerda que «el PP, que gobernaba en esos momentos en Balears, recurrió dicha ley como partido y el Parlament balear también lo hizo», lo que generó, «una situación de standby, que es lo que hace que cuanto afecta a la Reserva esté ahora paralizado».
Àlvarez de Lara asegura que el Gobierno central no desarrolla la ley de la Reserva porque «entiende que en breve habrá una sentencia que otorgue las competencias a las comunidades autónomas», y el Govern «no puede dictar ninguna norma hasta que exista una sentencia en firme». La presión ecologista, básicamente, y la de la población en general, obligó al Ministerio de Medio Ambiente a dar unos primeros pasos al respecto y creó un cuerpo de la reserva con unas tareas de vigilancia y control que, en todo caso, «ni son suficientes -según el presidente del GOB- ni son los que corresponden a una gestión adecuada para un espacio así, ya que no existe ni un plan de ordenación de recursos naturales ni un plan de usos y gestión.