Joan Costa Fa, formenterés de 20 años de edad y estudiante de náutica en la Academia Naval de Cádiz, ha sido durante julio y agosto el encargado de controlar las entradas y salidas de los barcos de línea en el puerto de la Savina. El año pasado este mismo trabajo lo realizaba personal de la Autoritat Portuària, pero este verano Prácticos de Eivissa ha decidido escoger a gente conocedora del sector.
«El marino necesita en tierra una persona que hable su mismo lenguaje», comentó Costa a la hora de explicar su trabajo. «Mi función es regular el tráfico de manera que una embarcación, antes de entrar o salir, me llame para que yo le informe de si tiene vía libre, o de si está entrando o saliendo otra embarcación y, por tanto, ha de esperarse», explicó este formenterés. Para Joan Costa, el principal problema del puerto de la Savina «no son las embarcaciones de línea, sino las barcas de recreo, a las que no puedes controlar», y es consciente de que su tarea implica «un contrasentido ya que al fin y al cabo los barcos de línea están capitaneados por profesionales perfectamente conocedores del medio».
Los momentos más conflictivos se dan «a media mañana, ya que pueden entrar y salir 300 barcos en pocos minutos, porque es la hora en la que todo el mundo se va a la playa». Además, este estudiante de náutica asegura que «si nunca pasa nada es debido a que algún ángel de la guarda vela para que nada suceda, claro que en ello también influye la profesionalidad de los capitanes de los barcos de línea, que están muy al tanto de cuanto sucede». Costa es crítico y afirma que «hay demasiados domingueros y algunos de ellos no tienen ni la menor idea de navegar, algo que constituye un auténtico peligro».