Una gran paella popular, la entrega de premios y las últimas sevillanas cerraron ayer una nueva edición de la Fira Andalusa. Esta iniciativa de la Casa Cultural Andaluza y el Ayuntamiento de Eivissa ha congregado, durante sus cuatro días de duración, a nada menos que 11.000 personas, según la presidenta de esta asociación, Teresa Castro.
Estas cifras se asemejan bastante a las que se registraron en las últimas ediciones de esta feria, indicó Castro. Los días con mayor afluencia de público fueron el viernes y el sábado por la noche. A pesar de estas aglomeraciones de gente, la Fira Andalusa finaliza sin ningún incidente remarcable, como explica la presidenta de la Casa Cultural Andaluza.
La última jornada de la feria congregó, al mediodía, a varios centenares de personas dispuestos a dar buena cuenta de una monumental paella. A la comida asistió, además, el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, recién incorporado al trabajo tras sus vacaciones.
Antes de la comida se sirvió un gran aperitivo para todos los asistentes. No faltó, lógicamente, la música y el baile. Ya por la noche, la fiesta debía continuar hasta las tres de la madrugada, momento en el que estaba previsto que se apagaran todas las bombillas y comenzaran las tareas de limpieza del recinto ferial.