El «Royal Clipper», el velero más grande del mundo con sus 134 metros de eslora, hizo el pasado miércoles una breve escala en el puerto de Eivissa para que sus adinerados pasajeros pudieran pasear por la ciudad. La silueta de los cinco palos de este sorprendente navío, que aúna clasicismo y modernidad, impresionó a decenas de personas que se acercaron para ver de cerca este milagro de la navegación. Más de uno aprovechó para sacarse una foto junto a la proa del «Royal Clipper».
Esta es la primera temporada de funcionamiento de este navío destinado al turismo de cruceros y operado por la empresa «Star Clippers». Posee hasta 42 velas que suman nada menos que 5.200 metros cuadrados de superficie y que se levantan hasta 42 metros de altura.
El pasado mes de agosto, la reina Silvia de Suecia presidió en Cannes la ceremonia de su bautizo. Desde la Costa Azul francesa ha emprendido sus cruceros por el Mediterráneo, que este mes se extenderán al Caribe, tras cruzar el Atlántico.
En su interior caben hasta 228 pasajeros, que se alojan en dos suites de armador, 14 suites de lujo con veranda privada y jacuzzi, bautizadas con nombres como Cutty Sark o Great Republic. Dos cabinas especiales, 90 exteriores y 6 interiores completa la distribución del alojamiento al que se suman 2.000 metros cuadrados de cubierta y tres piscinas.