Agricultura ha sacrificado, como medida preventiva y de urgencia, 50 ovejas de la explotación ganadera de Santa Gertrudis donde se detectaron los primeros síntomas del virus de la «lengua azul» en Eivissa. Cinco animales de la explotación presentaban los síntomas, pero ante el riesgo de propagación se decidió acabar con todos.
«Es preferible sacrificar a estos 50 animales que dejarlos vivos y que puedan transmitir la enfermedad», señaló ayer uno de los veterinarios de la Conselleria insular d'Agricultura.
El titular del departamento,Vicent Tur, declaró ayer que todos los síntomas apuntan a que se trata del virus, pero los análisis aún no han confirmado que se trata de la «lengua azul» y se han enviado nuevas muestras al Ministerio. El conseller llegó a manifestar anteayer que sí se trataba de este virus, «ya que coincide la sintomatología».
En la finca afectada se ha realizado una fumigación de los corrales y se ha establecido un sistema de vigilancia intensiva de varios kilómetros a la redonda, «donde se hace un seguimiento intensivo de todos los animales que hay para ver si se extiende o no el virus a las demás fincas», explicó Tur. El propietario del rebaño fue el que dio el primer aviso el lunes.
El conseller recomendó a los ganaderos que fumiguen en los corrales donde están las ovejas, ya que el virus lo propaga un mosquito. Para facilitar esta tarea, la Conselleria dispone de un producto que está entregando gratuitamente a todos los 'pageses' que tengan ovejas. Los propietarios de los animales que se han de sacrificar serán indemnizados. Las subvenciones provienen un 50% de la UE, un 25% del Ministerio de Agricultura y Pesca, y un 25 por ciento del Govern. Tur aclaró que la epidemia no tiene ningún efecto sobre los humanos, pero «sí graves efectos económicos por las consecuencias que tiene sobre las explotaciones».