El conseller y diputado autonómico del Partido Popular Pere Palau advirtió ayer desde Londres, donde se celebra estos días la World Travel Market, la feria turística más importante del mundo, que los próximos años serán «decisivos» y probablemente «difíciles» para el turismo balear, por lo que reclamó al Govern y al Consell Insular que tomen medidas para contrarrestar los indicios que apuntan a que el archipiélago podría sufrir una crisis.
Según Palau, ha llegado el momento «de cambiar el discurso, mejorar las infraestructuras, apostar por la calidad y hacer buenas campañas de promoción con nuevo material». El conseller reclamó que se dejen de tomar medidas que no hacen más que difundir una publicidad negativa de las Islas y citó específicamente la ecotasa, la escasez de agua o el hecho de que se vea con malos ojos un crecimiento en el número de visitantes. «En los últimos tiempos, el turismo parece el enemigo número uno», señaló Palau.
El PP no tiene nada que objetar sobre el stand que ha sido necesario improvisar en los últimos días, tras el fatídico accidente que sufrió el camión que transportaba el material; sin embargo, Palau sí tiene quejas sobre otras cuestiones que, en su opinión, evidencian «la falta de profesionalidad en la organización de eventos como éste». El conseller cree que es digno de resaltar que ni un solo periodista británico acudió el lunes a la rueda de prensa organizada por las autoridades de Balears; que por primera vez Celestí Alomar, conseller autonómico de Turisme, se reúne a puerta cerrada con los touroperadores sin que los hoteleros puedan estar presente y que existe un «divorcio preocupante» entre la Conselleria y los hoteleros, que ayer no acudieron al desayuno ofrecido por Ibatur.