L a construcción de diez viviendas en Madagascar con una ayuda emitida por el Fond Pitiüs de Cooperació; un programa de desarrollo social y sanitario en la India con la ampliación y mejora de un hospital; la formación de jóvenes con problemas de integración en Perú; el equipamiento de un centro de formación para enseñar a tejer a mujeres de la República del Congo, y la construcción de un aljibe para un centro escolar en Etiopía, son los proyectos en los que la delegación pitiusa de Manos Unidas concentrará todos sus esfuerzos el año próximo.
Su delegada desde hace tres años y medio, Asunción Ferrer, explicó que esta organización no gubernamental necesitará alrededor de 15 millones de pesetas de presupuesto, «que siempre van a más», que tratará de reunir a través de las ayudas de los ayuntamientos e instituciones, las cuotas de los socios y donativos anónimos, la organización de paellas y torradas y las recaudaciones donadas por colectivos como la tercera edad y la Conferencia Episcopal.
La elección de estos cinco proyectos en el tercer mundo sigue un proceso de selección en el que la junta directiva de la delegación pitiusa, además de estudiar detalladamente las necesidades y contenidos de cada proyecto, tiene muy en cuenta el coste del mismo, ya que, como su delegada indica, «el presupuesto es lo que prevalece a la hora de decantarnos por uno u otro proyecto», aunque la educación y la promoción de la mujer también tengan preferencia a la hora de elegir y diseñar la campaña.