Estudió en Londres Lenguas Aplicadas. Eligió en la carrera el ruso como segunda lengua. Hace cinco años leyó en los anuncios por palabras que se iba a desarrollar un curso de ruso en Eivissa y terminó siendo el profesor del mismo. Desde entonces no ha dejado esta tarea. Actualmente está vinculado a la sección de formación FOREM del sindicato Comisiones Obreras. También imparte lecciones privadas. Guillermo Camps es un embajador del idioma del Este en las Pitiüses.
"¿Qué utilidad tiene hoy en día el ruso para la sociedad pitiusa?
"Cada vez recibimos más turismo ruso, poco a poco se va consolidando su presencia. La gran mayoría no habla otro idioma distinto al suyo, por lo que la utilidad de conocer el ruso es principalmente turística. Puede ayudar además a encontrar un trabajo, es una nota distintiva a tener en cuenta. Ya hay mucha gente que conoce el inglés o el alemán, pero el ruso no.
"¿Qué es lo más difícil de aprender de este idioma?
"La gramática y la fonética. Es un idioma que cuenta con muchas acepciones culturales que sólo se pueden traducir cuando has estado en el lugar de donde han surgido porque conllevan muchas connotaciones históricas. Tampoco es un idioma de palabras largas, sino que es complicada su lectura y, a la vez, su pronunciación.
"¿Cómo le surgió la curiosidad por el ruso?
"Desde pequeño siempre había querido aprender ruso y japonés. Veía escritas palabras en estos idiomas por la televisión y me planteé como un reto aprender a descifrarlas. Finalmente me decanté por el ruso y en a mitad de mi carrera universitaria me fui seis meses a Moscú, donde consolidé el idioma.