El inicio de las operaciones de dragado del fondo donde se asentará el futuro dique de Botafoc sufrirá un aplazamiento de unos cuatro meses. La ralentización de las obras se debe a que el material dragado de los fondos marinos se trasladará a otra zona a unas 12 millas de la costa de Eivissa, una operación que necesita nuevos permisos de la administración central y de la autonómica. Así lo anunció ayer en Eivissa el presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, durante la presentación oficial del proyecto.
La alternativa de trasladar el material de dragado a un relleno en el puerto de Barcelona se ha descartado dadas las barreras administrativas para aceptar los materiales de dragado de otra comunidad. La otra posibilidad era trasladarlo al puerto de Palma, uso que también se ha descartado porque la cantidad a dragar es superior a la que necesita el puerto. El dique estará operativo en julio de 2002 y no en abril, fecha prevista inicialmente.
Tras la presentación audiovisual del proyecto, en la que se utilizaron las últimas tecnologías, Triay explicó que el dique tendrá una longitud de 516 metros y un muelle adosado de 16 metros de calado que permitirá el atraque de buques de 200 o más metros de eslora. La descarga de gases, bencinas y gasoil se realizará por un sistema de entubado desde el extremo más alejado del dique. El vial de acceso tendrá una longitud de 1.200 metros con un paseo marítimo peatonal y un carril bici. Este paseo se alargará por el espaldón del dique hasta su extremo, por lo que la longitud total será de casi dos kilómetros. Bajo el vial irán las conducciones subterráneas de combustibles. Puertos enviará un folleto explicativo a todos los hogares.