Los proyectos desplegados hace cuatro años por Manos Unidas Eivissa en El Salvador se vieron afectados por el terremoto de la pasada semana. En especial un centro de formación para capacitación dirigido a los jóvenes salvadoreños. La sacudida más fuerte del desastre natural, que duró aproximadamente 30 segundos, también se llevó por delante las infraestructuras que la delegación pitiusa de la ONG dependiente de la Iglesia había desplegado en la zona afectada.
Y es que, como señala su presidenta, Asunción Ferrer, «El Salvador no ha sido blanco de nuestra organización sólo en los momentos de extrema urgencia, Manos Unidas está abierta a la ayuda al Tercer Mundo sin que por ello haga falta que se produzca una catástrofe similar a la ocurrida». El problema es que los proyectos surgidos de la solidaridad anónima también sufren las consecuencias de la desgracia, que no perdona a nadie.
El centro de capacitación estaba dirigido por un grupo de universitarios que instruían a jóvenes procedentes de familias campesinas y demás grupos populares. El objetivo, enseñarles a saber manifestar su opinión, a desenvolverse en el entorno donde se toman las decisiones más trascendentes para el país, saber exponer sus reivindicaciones. Manos Unidas Eivissa aportó los materiales necesarios para construir los pabellones, libros y los elementos necesarios para que trabajaran los jóvenes. Lo único que no aportó fue la mano de obra. «Al fabricar ellos mismo el centro, se implican más con la causa, se comprometen más con el aprendizaje. Lo sienten como algo suyo, no como una exigencia impuesta», explica Asunción Ferrer.
Ahora la cuenta que Manos Unidas tiene reservada para los casos de emergencia también responderá a la reparación de este centro, además de los primeros auxilios que requiere la zona después del terremoto.Para este segundo aspecto se recurrirá a la solidaridad pitiusa, traducida en la cuenta que Cáritas ha dispuesto para tal efecto. Al ser dos organizaciones dependientes de la Iglesia han sumado sus fuerzas por la misma causa. Manos Unidas invertirá también en hospitales, centros de acogida de menores y oficinas para la promoción de la mujer. Conjuntamente, desarrollará proyectos en Perú, la India y en el Congo.