La intención del alcalde de Sant Antoni de aprobar los presupuestos del municipio antes de que finalice enero no podrá cumplirse. Antoni Marí Tur admitió ayer que ese deseo deberá postergarse, al menos, hasta el mes de febrero. De momento, el próximo pleno de la Corporación, que se celebrará a comienzos de la semana que viene, no incorporará este asunto en el orden del día.
Según explicó Marí, una de las razones que han obligado a postergar la presentación en pleno del presupuesto es que uno de los dos concejales de Democràcia Pitiusa se encuentra de viaje. Ese concejal es José Torres, que acompaña a la asociación de vecinos de ses Païsses en una visita que realizan sus miembros por Extremadura. Lo que sí se verá en pleno son dos mociones de control del Pacte Progressista en la que se quejan de la situación higiénica de los colegios del municipio.
La concejala Laura Carrascosa explicó a esta redacción que las pistas deportivas de ambos centros suelen estar llenas de basura durante la mayor parte de la semana. La «deficiente limpieza» también se puede observar, según aseguran los progresistas, en los servicios. Por otra parte, ayer se celebró una reunión de la Comisión de Urbanismo del Consistorio en la que se trató como único punto del orden del día la encuesta remitida por el Consell Insular sobre el Plan Territorial Parcial (PTP). La concejala de ese área, Blanca Castiella, y el portavoz del Pacte Progressista, Joan Marí Serra, coincidieron en señalar el espíritu de consenso que presidió la reunión, en la que populares y Pacte llegaron a acuerdos en diversos temas, como carreteras (acondicionar las actuales y evitar construir viales nuevos) y agua (mejor aprovechamiento).
Hubo discrepancias en otros asuntos, como los puertos deportivos, si bien acordaron no construir instalaciones de ese tipo en el sur de la bahía de Portmany, tal como se recomienda en algunos estudios, ya que es en esa zona donde se produce buena parte de la renovación del agua. Tampoco estuvieron de acuerdo a la hora de pactar la construcción de campos de golf, que rechazan los progresistas.