El grupo ecologista Amics de la Terra presentará varias alegaciones al proyecto de acondicionamiento de la playa de Sant Antoni, que prevé el vertido de 60.000 metros cúbicos de arena para que esa franja de litoral -de 800 metros de longitud- alcance una anchura media de 50 metros.
Las alegaciones se centrarán en la «necesidad de detallar los impactos del dique de 150 metros», que será la prolongación del actual morro, situado frente a la rotonda de entrada a la población. Según los ecologistas, «es imprescindible que se demuestre con estudios detallados que «esta actuación es realmente necesaria para retener la arena depositada en la playa».
También consideran «exagerada» la masiva cantidad de arena que se empleará en la deposición, tras la cual se ganará al mar una superficie similar a la de seis campos de fútbol. Lo que más preocupa a los ecologistas es el daño que dicha extracción pueda provocar en el yacimiento subterráneo de Cala de Jonc, junto a la Cala de Sant Vicent, especialmente a las dos praderas de posidonia situadas cerca del lugar el dragado. En el mapa adjunto al estudio de impacto ambiental se observa que las dos praderas han sido catalogadas como «zona no explotable», junto a las cuales existe una «zona de protección» que las rodea.
Los ecologistas consideran que la posidonia puede verse afectada por la turbidez de las aguas causada por el dragado. La turbidez afectaría al proceso de fotosíntesis de esas plantas, muy sensibles a cualquier alteración. Por último, desde Amics de la Terra critican a la Dirección General de Costas por haber «cambiado su criterio y permitido ese tipo de actuación».