La adjunta primera del Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, visitó ayer de nuevo a los inmigrantes encerrados en la iglesia de Santa Cruz, y se comprometió con ellos a intentar mediar con el Gobierno central para encontrar una solución a su problemática.
Cava de Llano recordó a los inmigrantes que «lo normal» es que se abandonen las medidas de presión una vez se inicien las conversaciones, por lo que confió en que desistan de mantener el encierro, que hoy rebasa la frontera de los diez días.
«Independientemente del resultado no se pueden eternizar los plazos», comentó Cava de Llano que opinó que los inmigrantes tienen derecho a la «agilización de la tramitación de sus papeles», tal y como se reconoce en la Constitución cuando afirma que la administración debe ser eficaz.
Cava de Llano insistió que la oficina del Defensor del Pueblo trabaja para conseguir que mejore la situación de los inmigrantes y para que la administración muestre un talante abierto a la hora de considerar las solicitudes. La adjunta del Defensor del Pueblo matizó que se pretende «que los beneficios que se obtengan sean tanto para los lugares donde ha habido encierros como para el resto de los inmigrantes» y admitió que «a veces son necesarias las medidas de presión de este tipo» pero deseó que el encierro no se prolongue mucho.