La pesca en las Pitiüses está en franco declive, como lo demuestran los datos estadísticos de la última década. Así, en los últimos 14 años la Cofradía de Eivissa ha perdido 45 socios (en la actualidad tiene 75), mientras que la de Sant Antoni cuenta con 18 menos que en 1992 (ahora hay 44).
Las capturas también se han reducido considerablemente. En Eivissa se pescaron durante el pasado año 125 toneladas menos que en 1987, lo que representa un tercio de las capturas habidas (355 toneladas). En Sant Antoni ocurre algo similar. En 1995 (primer año del que la Cofradía cuenta con datos informatizados), los pescadores de Portmany sacaron de sus redes 177'7 toneladas de pescado. En 2000, esa cifra se redujo a 122'6 toneladas, aproximadamente un tercio menos en seis años.
Las ganancias tampoco han sido espectaculares. En 1987, en la lonja de Eivissa se vendió pescado por valor de 132 millones de pesetas. En 2000, las ventas ascendieron a 187 millones de pesetas. Según Francisco Cardona, secretario de la Cofradía, ese incremento se debe al lógico aumento de los precios desde hace 14 años.
En Sant Antoni, por el contrario, durante los últimos seis años han descendido tanto las capturas como las ganancias. En 1995, en la Cofradía se hizo negocio por valor de 110'8 millones de pesetas, diez más que en 2000.
Para el conseller insular d'Agricultura i Pesca, Vicent Tur, estos datos «confirman las advertencias del director general de Pesca sobre este problema y la urgente necesidad de adoptar medidas». Las cifras de la última década demuestran que «se están agotando los recursos de los caladeros», afirma Tur.