La gran mayoría de las escuelas de verano de la isla se despidió ayer de la temporada estival con fiestas especiales dónde predominaban las risas y la diversión. Cientos de niños prepararon sus mejores actuaciones para despedir a sus compañeros y, en especial, a todos los monitores que les han hecho pasar un verano lleno de emoción. El colegio público Blanca Dona acogió a más de 200 niños, de entre cuatro y doce años, durante la temporada estival. La coordinadora de la escuela, Gabriela Urquiza, aseguró que «ha sido un verano ajetreado, pero muy divertido».
A lo largo del estío, los niños han realizado diversos talleres de dibujo y de manualidades, además de hacer distintas excursiones. Para su último día de clase, los monitores prepararon diversas actuaciones con interpretaciones de las canciones más escuchadas del verano como son 'La mayonesa' o 'Me pongo colorada'. Un espectáculo al estilo 'Grease', interpretado por los niños, también sirvió para dar un toque teatral a la jornada. Con motivo de la despedida de las escuelas de verano los colegios Cervantes, Can Coix y Sant Rafel. Sant Antoni organizó ayer una comida especial en la sala de fiestas Gala Night a la cual acudieron alrededor de 300 alumnos.
La sesión de karaoke, ofrecida tanto por los niños como por los monitores, fue una de las actividades más destacadas del día. Después de cantar y bailar todos los éxitos del verano, los pequeños se sentaron a comer a una mesa dónde predominaban las hamburguesas, las salchichas y muchos refrescos. Las escuelas Cervantes y Sant Rafel se dedicaron a «fabricar figuras de barro y de pasta de sal en los talleres de manualidades», aseguró María Roselló, coordinadora de la escuela estival de Cervantes. Marga Cardona, una de los seis monitores que trabajaban en Sant Rafel, añadió que sus alumnos realizaron varias excursiones durante el verano: «Hemos ido mucho a la playa pero también hemos asistido a clases de piragua, entre otros».
La escuela de verano de Can Coix, que acogió a 100 niños de seis a catorce años, se dedicó prioritariamente a todo relacionado con la educación física. «Catamarán, vela, tenis, natación y muchos otros han sido algunos de los deportes que hemos practicado este verano», según Sonia Serra, una de las monitoras de Can Coix. Por otra parte, durante este verano cinco educadoras se encargaron de organizar múltiples actividades que prepararon en conjunto las dos escuelas. La más destacada fue la visita al rancho de Can Dog, donde los niños montaron a caballo.