La Conselleria balear de Medi Ambient ha ordenado el cierre cautelar de Ca na Negreta y Reciclajes Ibiza, las dos únicas empresas pitiusas dedicadas al desguace. La decisión está fundamentada en que ambas «gestionan residuos peligrosos en condiciones inadecuadas y sin tener autorización». La dirección general de Residuos y Energías Renovables, a cuyo frente está Nicolau Barceló, ha abierto a estas empresas un expediente sancionador, cuya propuesta de sanción es de entre uno y 50 millones de pesetas. El cierre de las chatarrerías debía efectuarse dentro de los diez días siguientes a la notificación, que tuvo lugar el pasado cuatro de septiembre. Reciclajes Ibiza decidió ayer no abrir por la tarde después de confirmar este extremo.
Medi Ambient ha determinado el cierre de los desguaces sin ofrecer una alternativa. De esta manera, Eivissa se ha quedado sin lugar donde acumular los vehículos usados, baterías, filtros, aceites y lubricantes de motor y electrodomésticos. El director general de Residuos reconoció ayer que ha tomado una decisión drástica que puede tener graves repercusiones: «Hasta que esas dos empresas consigan la autorización vamos a pasar una temporada, que espero sea lo más corta posible, en la que no se podrá tirar allí nada.
La gente tendrá que guardar sus cosas [baterías, coches usados, aceites, etc] en casa durante una temporada». Barceló cree que la medida de Medi Ambient «estimulará a esas empresas a reaccionar», e indicó que ha «insinuado» a otros desguaces que operan legalmente fuera de la isla que tienen las puertas abiertas para trabajar aquí, aunque de momento ninguno se ha decidido.
Barceló espera que este asunto pueda solucionarse «en cuestión de semanas», bien si Reciclajes Ibiza y Ca na Negreta legalizan su situación o si otras industrias de ese ramo deciden asentarse en las Pitiüses. Los responsables de los desguaces fueron avisados en octubre de 2000 de la necesidad de que arreglaran sus papeles inmediatamente: «Parece -dijo Barceló- que les cuesta mucho tramitar, como si la Administración fuera un ogro».