El Ayuntamiento de Sant Antoni ha decidido poner coto a algunas prácticas que se vienen desarrollando desde hace algunos años y a las que siete mil vecinos culpan del caos en que se sume la bahía cada temporada: los pub-crawl, las ofertas de bebidas alcohólicas '2x1' y el consumo en recipientes de cristal fuera de los establecimientos. El alcalde, Antoni Marí Tur, también confirmó ayer que está dispuesto a «acabar» con los ticketeros.
Todas estas medidas, a las que se sumarán otras relacionadas con la limpieza («pagarán más quienes ensucien más», dijo el edil), fueron comunicadas la pasada semana al presidente de la asociación de empresarios del West End, Juan Pantaleoni, que ayer trasladó esa información a los miembros de la entidad. Algunos ya conocían esos extremos, ya que en los últimos días han recibido una carta del Consistorio en la que se les avisa de que les rescindirán la licencia de uso de la vía pública (terrazas) en caso de que sigan fomentando el consumo abusivo de alcohol.
Pantaleoni -una de las siete mil personas que apoyan el movimiento cívico- señaló que comparte las exigencias del Consistorio y considera que hay que «efectuar cambios drásticos» en el West End. Algunos de sus compañeros creen que las propuestas del Consistorio son asumibles, «pero con ciertos matices». Ante esa diferencia de pareceres, Pantaleoni ha dimitido, aunque volverá a presentarse a las elecciones que se celebrarán la próxima semana.
Hasta entonces, ha aceptado actuar como delegado para trasladar el parecer de los componentes de la asociación, donde hay una mayoría que apuesta, además, por atajar la venta de droga e, incluso, pagar más tasas para que haya un servicio de limpieza más eficiente. También quieren que se limite el horario de apertura de las bodegas.