Un grupo de turistas orientales dedicó la jornada de ayer a pintar reproducciones de Dalt Vila. Ni cortos ni perezosos plantaron sus caballetes en el puerto de Eivissa, desde donde captaron la perspectiva que deseaban. Una visión diferente o una 'contraexposición' a la inaugurada ayer en el recinto ferial: Art.Ibiza.
Los viandantes que transitaron ayer por el puerto de Eivissa no pudieron evitar pararse a contemplar cómo un grupo de orientales reflejaba en unos lienzos su interpretación de Dalt Vila. Unos cuadros que después en sus países de origen se venden a muy buen precio. Y es que este grupo de turistas quiso enseñar una visión propia de lo que supone su visita a la isla. Una jornada que completaron cuando finalizaron sus versiones.