El Ayuntamiento de Eivissa ha podido corroborar, a través de un análisis realizado por un laboratorio privado, que los niveles de salinidad del agua son absolutamente normales y no llegan ni de lejos a los límites en los que se considera que podrían provocar los malos olores de la depuradora.
Las muestras de agua analizadas por el Laboratorio Dr. Marí se tomaron durante el pasado mes de septiembre y los resultados han sido mejores incluso a los que dio Sogesur en el mes de agosto. En aquel primer informe la conductividad máxima registrada era de 1.947 partes por millón, mientras que en este segundo informe el registro más alto ha sido de 1.936 partes por millón. Teniendo en cuenta que se considera que sólo a partir de las 3.500 partes por millón se puede producir la inhibición de la acción de los microorganismos en las depuradoras, el equipo de gobierno de la institución municipal considera que se puede dar por descartado que sea la salinidad del agua la que provoque los malos olores de la depuradora.
De hecho, desde la institución defienden que si fuera el incremento de la salinidad lo que produjese el hedor, éste tendría que ser ocasional, y no continuo como realmente es en estos momentos.