Los ibicencos que acostumbraban a pasar el fin de año fuera de la isla no van a cambiar sus planes este año a pesar de los atentados del 11 de septiembre y del miedo a volar que se ha extendido por todo el planeta. Las agencias de viajes de la isla no están notando tanto el descenso de reservas como la tendencia a cambiar los destinos habituales por otros considerados más seguros.
Es evidente, explica la jefa de ventas de viajes Abratours, Laura Añibarro, que las conexiones de larga distancia siguen de capa caída. «La gente lo tiene bastante claro y es muy reacia a coger un avión en el que vaya a tener que estar metida durante muchas horas», comenta. Los ibicencos eran hasta ahora aficionados a recibir el nuevo año en lugares como Santo Domingo, México, Egipto o Marruecos, pero estos destinos han quedado desterrados y quienes más lo están notando son las estaciones de esquí.
«Los viajes a la nieve son ahora mismo los más demandados. Andorra, el Pirineo y Sierra Nevada se han vendido muchísimo y de eso se han aprovechado los touroperadores, porque se ha notado una subida importante de precios», señalan desde la agencia de viajes. Los que quieren cambiar de aires durante los últimos días de 2001 también han pedido con asiduidad los paradores españoles, que gozan de muy buena fama por su excelente calidad, y otro clásico: el norte de España, especialmente las comunidades de Galicia y Asturias, muy apreciadas por los amantes de la buena mesa y el paisaje.