La Conselleria de Medi Ambient acaba de editar el «Llibre Vermell de la flora vascular» de Balears, un pormenorizado inventario de las especies amenazadas de las islas. De las aproximadamente 150 plantas que se encuentran en esa situación en el archipiélago, 38 habitan en las Pitiüses. La zona donde hay más especies en peligro es en el Parque Natural de Cala d'Hort, donde hay 17, mientras que en Formentera hay 14, en ses Salines siete y en el islote de es Vedrà otras siete. Otra zona donde se concentran abundantemente es en es Amunts.
De esas plantas amenazadas, 26 tienen la categoría de «vulnerables», nueve están «en peligro», dos «en peligro crítico» y una está «extinguida a nivel regional». Precisamente, uno de los casos más llamativos es el del Platycapnos spicatum, una «hierba anual» que fue localizada en 1918 y reencontrada en 1996, pero que «parece haber desaparecido de la única localidad conocida», el Sudoeste de Eivissa. En peligro crítico está la Euphorbia margalidiana, un subarbusto que sólo arraiga en los recovecos del islote de ses Margalides, frente a es Amunts.
De este endemismo se calcula que sólo hay 200 ejemplares. Medi Ambient aconseja que se apliquen medidas de protección especiales, como su cultivo en jardines botánicos (como el de Sóller, donde hay algún ejemplar) y la preservación de su semilla. En la menor de las Pitiüses hay otra planta que corre «peligro crítico» de desaparecer, la subespecie formenterense del Delphinium pentagynum, una hierba perenne de la que sólo se conocen 150 ejemplares. Puede resultar afectada «de manera directa por alteraciones de origen antrópico (como el vertido de residuos) y por incendios, por lo que en el «Llibre Vermell» se recomienda «impedir la destrucción de su hábitat mediante la creación de una zona de reserva», así como incluir su nombre en alguna figura legal de protección, cultivarla en jardines botánicos y almacenar sus semillas.