El Ayuntamiento de Eivissa acometerá en las próximas semanas las obras para construir el nuevo sistema de desagüe de la red de pluviales que debe evitar el colapso de las alcantarillas y las inundaciones que se producen en el centro de la ciudad cada vez que cae una buena tromba de agua.
El edil de Urbanismo, Joan Boned, ya tiene el proyecto en sus manos y sólo resta una última revisión de Autoridad Portuaria para que se inicien las obras. «En una semana estará», dice Boned, que calcula que en un plazo máximo de dos meses el desagüe, presupuestado en 90.150 euros (15 millones de pesetas), estará listo.
Finalizada la primera y segunda fase de la red de pluviales, el Ayuntamiento da ahora prioridad a la instalción de este sistema de salida del agua. «Antes de iniciar la tercera y definitiva fase, tenemos que disponer de una vía de salida para las canalizaciones que ya están construidas», destaca.
Boned recuerda asimismo que el anterior gobierno municipal del PP se olvidó de instalar el desagüe pese a que éste estaba incluido en la primera fase del proyecto de la red de pluviales. Por ello, el Pacte instaló un desagüe con sistema de escollera. Este mecanismo, sin embargo, hizo agua por todos los lados.
Las torrenciales lluvias del pasado mes de agosto desbordaron la capacidad de esta vía de escape e hicieron estallar las alcantarillas, provocando grandes inundaciones en el centro de la ciudad, sobre todo en la zona de es Pratet.
«El sistema de escollera hace rebotar parte del caudal para reducir la presión del agua que se vierte directamente al mar. Pero la fuerza es tal, que toda el agua rebota, y, por tanto la escollera se convierte en un tapón en vez de una salida», explica Boned.