El Govern balear ha pedido a la Unión Europea, a través del Ministerio de Agricultura, un plazo excepcional para tramitar la regularización de las plantaciones de vid de las islas, especialmente las de las Pitiüses. La Unión Europea dictó una orden en la que instaba a todos los propietarios de extensiones agrícolas de vid plantadas antes de 1998 (año en que entra en vigor la normativa comunitaria en materia de plantaciones y replantaciones de viñedo y del Registro Vitícola) a que justificaran con certificado del Ayuntamiento la existencia de la plantación.
El Consell Insular, sin embargo, calcula que sólo el 30-40 por ciento de la superficie de vid en Eivissa (250 en total) ha sido declarada, mientras que en Formentera (100 hectáreas de viñedos) ha sido legalizado un 70 por ciento de la extensión. Los propietarios que han hecho caso omiso a la orden de la Unión Europea no pueden vender vino e incluso pueden ser obligados a arrancar todas las cepas. El Ministerio de Agricultura considera que la Unión Europea concederá una segunda oportunidad a los agricultores de Balears para que regularicen sus viñedos. Por ello, el Ejecutivo autonómico ya está avisando por carta a los que en su día no presentaron los papeles para que cuando se abra el plazo extra (seguramente será muy corto) todos los afectados estén preparados.
La Unión Europea concede un cupo máximo de plantaciones. Así, una vez todas las plantaciones anteriores al 98 estén regularizadas, nadie podrá plantar ninguna cepa sin el correspondiente permiso del Govern. Eso sí, para conseguirlo alguien tendrá que darse de baja debido a que hay un cupo determinado. La compra-venta o el traspaso de una plantación de vid está actualmente en torno a los 4.800 euros la hectárea (800 mil pesetas).