Valentino Rossi, el campeón del mundo de motociclismo en 500 cc, se dejó ver de manera fugaz ayer en el aeropuerto de Eivissa. El joven italiano, que tan sólo se dejó fotografiar una vez, explicó escuetamente que dejaba la isla para dirigirse en vuelo regular a Londres, lugar en el que reside de manera habitual y donde se preparará a partir de mañana para la próxima cita con la alta competición de motor: la de Donington Park el próximo 14 de julio.
El niño prodigio del motociclismo, que ostenta un palmarés impresionante a pesar de contar tan sólo con 23 años, viajó directamente desde Holanda el pasado fin de semana para descansar después de alzarse con el triunfo en la carrera de 500 cc disputada en el circuito de Assen.
«He venido con mis amigos a descansar y hemos estado únicamente en Eivissa, sobre todo por la zona del puerto», explicó el deportista, que pasó desapercibido para la mayoría de las personas que se encontraban en las instalaciones aeroportuarias. Vestido de manera informal y un tanto desaliñado, Valentino Rossi lucía una gorra, unos pantalones estilo pirata y una camiseta, y portaba tan sólo una maleta de pequeñas dimensiones.
A pesar de que Valentinik, como se le conoce en los círculos del motor, se mostró tímido y callado, lo cierto es que es conocido a nivel internacional no sólo por su palmarés, sino también por montar numeritos cada vez que participa en un circuito y no es para menos. Esta temporada de las siete pruebas que ha disputado tan sólo ha perdido una quedando en un segundo puesto.
Rossi, piloto por segundo año de Honda, es el primer piloto del ránking mundial con 145 puntos frente a los 97 de su compañero de escudería, el japonés Torhu Okawa.