La festividad de ayer no sólo quedó plasmada en las imágenes de los reporteros gráficos, sino también en las de algunos vecinos que quisieron guardar un recuerdo de la jornada, e incluso en el cuaderno de dibujo de una turista que, mientras todos los demás permanecían atentos a los actos previstos, no apartó la mirada de una bella parroquia que siempre merece ser retratada.
El obispo de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés, dirigió una misa solemne en la que ensalzó la figura de Sant Rafel y la labor del que es el patrón de la localidad. «Sant Rafel es el referente de la ayuda concreta de Dios a la humanidad, de hecho, este nombre significa 'medicina de Dios'», explicó Cortés. A ella asistieron un gran número de vecinos, así como la corporación municipal de Sant Antoni al completo. Tampoco faltaron la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, la consellera de Cultura, Fanny Tur, o el conseller popular, Pere Palau.
Entretanto, un grupo de alumnos del colegio de Sant Rafel recorría la plaza en busca de personajes a los que entrevistar. Jessica, María, Nuria, Laia, Neus y Arnau han creado recientemente la radio y la revista «Forca» y se han tomado muy en serio su labor periodística. «Hoy queremos hablar con el párroco de Sant Rafel y con algún vecino del pueblo», explicaban al unísono. Al acabar la misa el potente repicar de las campanas anunció la inmediata salida de la procesión. Miguel Tur, de profesión herrero, es el encargado, desde hace muchos años, de hacerlas sonar.
La procesión hizo su habitual recorrido alrededor de la iglesia; el trayecto, muy corto, se hizo lentamente, pero el movimiento llegó poco después con la actuación de la colla de Sant Rafel. El ambiente, como en todas las fiestas patronales, fue acogedor y familiar. Una pareja de policías municipales velaba por el orden, pero en la plaza reinaba la paz y únicamente tuvieron que encargarse de dar explicaciones a dos turistas con innumerables cuestiones sobre la isla. Por la tarde continuó la música y la fiesta.