Una idea innovadora en las Pitiüses y que pretende acabar con uno de los mayores problemas ciudadanos: la falta de alquileres a precios razonables, tomó cuerpo en el pasado pleno del Consell. Todos los grupos políticos apoyaron una propuesta del conseller del grupo mixto, Joan Buades, para crear una «bolsa de viviendas compartidas».
La iniciativa está dirigida a determinados colectivos sociales como personas mayores que residen solas en viviendas con varias habitaciones y que, o bien no la pueden mantener, o bien no desea vivir solas y querrían vivir con otra gente si tuviera garantías de que no va a haber problemas de derechos de alquiler o con el inquilino.
Estas personas, que son sólo una parte del público al que esta dirigido el proyecto, se apuntarían de manera voluntaria a la bolsa del Consell. «Inmediatamente se estaría generando espacio para que gente joven o con ingresos bajos pudiera ocupar esa vivienda por un precio módico», explica Joan Buades.
El conseller está convencido de que, al poco tiempo de ponerse en marcha, se generaría decenas de plazas de alquiler barato en zonas ya construidas (de 60 a 100 sólo en Eivissa ciudad).
La idea podría interesar a mucha gente que desea alquilar pero no sabe cómo hacerlo o que no se fía de los problemas que pueden traer los inquilinos. El Consell, el Ibavi o incluso un ayuntamiento serían la administración encargada de velar por la legalidad o lo posibles problemas entre las partes.
Las consellerías de Benestar Social y Urbanismo deben elaborar un plan en el que quede claro que la bolsa se basa en acuerdos voluntarios de ambas partes. La tarea de la administración es dar fe de transparencia de la lista y facilitaría el teléfono de contacto entre partes: el que ofrece y el que demanda. Tanto el arbitraje en caso de conflicto como el cruce de ofertas y demandas sería un servicio gratuito.