La finalización del dique de Botafoc, prevista para finales de febrero, ha tenido que ser reajustada. Las malas condiciones meteorológicas, que se han repetido durante 2002 y el inicio de este año, han ralentizado unos trabajos que por lo demás «llevan un muy buen ritmo», tal y como recalcaban ayer desde el organismo portuario.
En principio la obra podría retrasarse unas tres semanas, por lo que podría finalizar en marzo. De todos modos, no se puede cerrar una fecha exacta porque «siempre puede haber imprevistos», como en el caso de las malas condiciones meteorológicas, que obligen a retrasar los trabajos. En este sentido recuerdan que los fuertes vientos, en ocasiones superiores a los 100 kilómetros por hora, han provocado graves problemas no sólo a la obra sino a la operatividad del propio puerto, que ha tenido que ser cerrado en varias ocasiones.
Los operarios de la obra continúan trabajando en los dos apartados que faltan por rematar. Uno es la superestructura del dique, es decir la parte superior de los cajones que conforman el muelle, y que permitirán el correcto amarre y la protección del oleaje mediante el espaldón. Los técnicos explican que se trata de la viga cantil, en el extremo del arranque y del final del dique. Los 390 metros de atraque están prácticamente finalizados. Además, falta por terminar la parte del vial de acceso, con las aceras, el pavimento para la zona de paso de tráfico rodado y el mobiliario urbano.
La Autoritat Portuària asegura que se está realizando el «esfuerzo máximo» para rematar la obra.
Con respecto al incremento del presupuesto previsto, la Autoritat Portuària señaló que es poco probable que sea con cargo a la UE y que es posible, aunque no está confirmado, que sea afrontado por Puertos del Estado.