D esde el pasado miércoles José Sales y Fede Contreras se encuentran en Sant Antoni de Portmany ultimando los detalles de la falla con la que la asociación 'La Nostra Falla' festejará su fiesta anual. «Es la primera vez que vengo a Eivissa a montar una falla y estoy encantado de trabajar aquí», explicaba este artesano de Moncada mientras daba los últimos retoques a la figura del Dios Neptuno de la falla mayor en el descampado situado junto al colegio Cervantes. «Esto es genial y el ambiente es muy afable, en Valencia la mayoría de la gente desprecia el trabajo de los falleros porque se creen que ya lo han visto todo», resumía este artesano del modelado de ninots con cartón. Su compañero de montaje, Fede Contreras, autor de la falla del pasado año, señaló que en las útlimas semanas su ritmo de trabajo ha sido frenético: «Ni siquiera vimos las fallas de Valencia», reveló mientras montaba la base sobre la que se sostendría horas más tarde la falla con la que la comunidad de valencianos de Sant Antoni celebrará su fiesta grande hoy y mañana. «Además de esta falla hemos montado la de Benageber, dos para El Saler y la de Santo Tomás, una de las centenarias de Valencia», resaltó Sales, artesano de las fallas que regenta un taller familiar en el que se trabaja durante todo el año con los diseños y montaje de las fallas.
«No puedes parar, es un trabajo que engancha y que requiere su
tiempo», explicó al hablar del trabajo artesanal que realiza con
cartón, pintura, imprimación de pintura plástica y pintura al óleo.
«Lo hacemos todo con las manos», destacó. «En las fallas siempre
hay algo político», dijo Sales antes de explicar que la falla de
2003 tocaba el tema de la crítica hacia el turismo desde las
profundidades marinas. «Se trata de críticas agradables y sanas que
originariamente eran llamadas de atención hacia el vecindario de
cada barrio de Valencia coincidiendo con la llegada de la
primavera, momento de quemar enseres viejos», reveló.
E.Estévez