El PP ibicenco comenzó la entrevista manifestando que, aunque la adaptación de pista de rodadura como pista de aterrizaje es necesaria así como otras reformas, «preocupa que hay un exceso de terreno afectado especialmente las viviendas», explicó Palau. Por ello plantearon que las viviendas y terrenos afectados «deberían reducirse al máximo». Palau aseguró que Cascos afirmó ayer que «mientras el sea ministro se afectarían única y exclusivamente aquellos metros de terreno necesarios para ejecutar esta remodelación y no como contempla el actual plan director». El ministro ha prometido, según el conseller, que si hay que modificar el plan director «se modificará» y que han quedado claras dos premisas: «que tienen que quedar fuera las viviendas y que si se tiene que afectar algún terreno por las franjas de seguridad habrá que hacerlo pero reducido al mínimo».
Palau aseguró que este tema no es una promesa sin más. Así, explicó que durante los primeros días de abril viajarán desde Madrid el director general de infraestructuras de Aena y varios técnicos para, sobre el terreno, comprobar de qué modo se puede reformar el plan director. El objetivo es realizar una propuesta de lo que sería conveniente y aceptable por ambas partes: Aena y Ayuntamiento. Àlvarez-Cascos se ha comprometido a dar el visto bueno a esta modificación. «Hay que olvidarse de toda la zona marcada inicialmente como expropiable para estudiar otro proyecto sobre lo estrictamente necesario», remarcó Palau, que se mostró sorprendido de la buena recepción de la propuesta por parte del ministro de Fomento.
Por su parte, el alcalde de Sant Josep, José Serra Escandell, que también viajó a Madrid, se mostró contento con el resultado del encuentro. «El plan director era una propuesta pero es ahora cuando se va hacer, junto con el Ayuntamiento, la solución alternativa a lo que era», afirmó. Serra Escandell presentó una propuesta que reducía ampliamente lo expropiable «pero -matizó- incluso puede llegar a ser menos aunque hay que dejar unos márgenes de seguridad». Para Serra Escandell «tanto los vecinos como el propio ayuntamiento tienen que estar muy contentos». Además, recordó que han estado trabajando todo este tiempo y no han querido lanzar campanas al vuelo antes de tener, como tiene ahora, «las cosas seguras».