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El marcado español salva a Eivissa de la crisis turística balear

El presidente de la Federación Española de Agencias del Viajes constata un repunte de turistas españoles y apuesta por el futuro del turismo cultural

La Fiesta Medieval es uno de los intentos de diversificar la imagen turística de Eivissa.

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Martínez Millán cree que el mercado está funcionando «un poco mejor este año» y considera que está claro que Eivissa «ha salido mejor parada» de la crisis del turismo que está sufriendo Balears, sobre todo motivada por la caída del mercado alemán. «En Mallorca es donde se ha sufrido una mayor recesión», dice el representante de las agencias que matiza que «hablar de crisis en Balears durante este tiempo es hablar demasiado porque el comportamiento ha sido muy diferente en cada una de las islas».

Eivissa no se ha salvado de la tendencia a la compra tardía. «La gente sigue reservando tarde tanto para Eivissa como para Mallorca o Canarias», afirma y añade que «no es que compre el día antes a última hora sino que retrasa la fecha de la reserva». El cliente ahora adquiere los billetes y el hotel con quince días de antelación lo que antes compraba dos meses antes.

La incertidumbre política, económica y social que ha experimentado todo el planeta en las últimas fechas provoca que la gente no reserve con antelación «porque no se fía demasiado de la evolución de los acontecimientos», explica Martínez Millán.

La posición de reservas en Eivissa «puede ser ahora inferior a la de otros años pero no hay que alarmarse porque la gente con ganas de viajar está ahí, solo que simplemente compra más tarde», puntualiza el experto, que cree que «al final cada cama tendrá un cuerpo durmiendo».

El efecto negativo de estos turistas «remolones» es que los precios caen. Muchas veces los clientes esperan «no por buscar un mejor precio sino por no comprometerse en tiempos en los que hay una mayor incertidumbre y en los que asumir un compromiso del que luego no te puedes desprender fácilmente no es apetecible». Para Martínez Millán el problema de las islas es que hay que planificar más porque «no es como en la península, donde puedes coger el coche en el último momento y viajar».

El handicap de Eivissa sigue siendo el estereotipo de ser un lugar de marcha aunque las agencias creen que esto está cambiando.

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