Conozco a Concha García Campoy de toda la vida y para mí es un placer hablar de ella y además poder hacerlo bien, pues además la considero una buena amiga mía.
Ella empezó a trabajar en los medios de información locales cuando era todavía muy jovencita, algo tímida, y en un principio parecía incluso que le faltaba un poco de empuje, pero pronto destacó por su profesionalidad y demostró lo que valía.
En aquella época recuerdo que a Concha le gustaba vestir vaqueros y era de ideas muy 'progres' y bastante inconformista. Ella y yo siempre fuimos grandes amigos y aunque en nuestras charlas siempre bromeábamos y nos tildábamos de polos opuestos, con el tiempo hemos ido acercando posturas en cuanto a la forma de pensar.
En la Semana Cultura dedicada a los medios de comunicación colaboró muy eficazmente en todo el programa. Entre las personalidades invitadas por la organización estaba el periodista Fernando G. Delgado, a quien me había recomendado invitar el poeta Carlos Bousoño. Ella encajó muy bien con todos los que acudieron y de forma especial con Fernando Delgado. Entre ambos nació una buena amistad y él se interesó mucho por el trabajo de ella y pienso que fue una de las personas que más la animó para que diese el salto profesional a Madrid.
Concha es, indudablemente, una mujer de una notable belleza. Es simpática, inteligente, ambiciosa y muy fiel a sus amigos de Ibiza. Cada vez que nos encontramos siempre hay mutuas expresiones de afecto.
Con el tiempo ha adquirido una gran preparación profesional y ha cuidado y ha sabido vender muy bien su imagen. Tiene una cabeza bien amueblada y en los programas en que ha participado ha mostrado una gran habilidad para dar protagonismo a los entrevistados, sin ocupar ella el centro de la atención.
Al principio de su carrera se oyeron algunos comentarios sobre si era sólo una cara bonita, pero finalmente se impuso su gran preparación y ahora nadie pone en duda su valía.
Por otra parte, sin haber nacido en Ibiza, siempre ha tenido en gran estima a la isla y por aquí siempre la hemos considerado como una ibicenca más.
Ella es todavía joven y creo que le queda un importante camino por recorrer. Seguro que el futuro le deparará importantes éxitos, y si no, al tiempo.